jueves, 28 de abril de 2011

Manifestación por la normalización el 8 de mayo


El domingo 8 de mayo celebraremos la Global Marijuana March en Zaragoza con una manifestación que se concentrará a partir de las 18'30 h. en la plaza de la Seo para recorrer Don Jaime, Coso e Independencia y acabar frente al monumento al Justicia, donde leeremos nuestro manifiesto y entonaremos el Canto a la Libertad, de Labordeta.

MANIFIESTO DE ZARAGOZA DEL 2011

El cáñamo lleva más de 10.000 años acompañando a la humanidad. Como el cerdo, se entrega entero y sirve para multitud de aplicaciones: textiles, cordelería, papel, lienzos, jabones, lejía, aceites, harinas, materiales de construcción, medicinas, embriagantes…

Durante siglos fue la base de la economía aragonesa, precisamente en sus momentos de mayor esplendor, en la segunda mitad del segundo milenio. Su uso generalizado ayudaría a regenerar la atmósfera, pues es una de las plantas más eficaces en la labor fotosintética. Sus raíces de forma cónica son capaces de fijar más humedad al terreno que la mayoría de cultivos, contribuyendo a oxigenarlo y regenerarlo optimizando los cultivos de rotación. 1 ha. de cáñamo produce tanto papel como cuatro de bosque, siendo susceptible de ser reciclado el doble de veces que el papel de celulosa. Sin embargo, la prohibición del cannabis obliga a los cultivadores de cáñamo a comprar todos los años sus semillas a las multinacionales, en contra de los Derechos de los Agricultores reconocidos por la ONU.

La eficacia del cannabis en el tratamiento de docenas de dolencias viene avalada por la medicina desde los más antiguos tratados (Pen Tsao, Aterha Veda, Hipócrates, Dioscórides, Galeno, Avicena, Paracelso…) hasta los más recientes estudios publicados en los medios especializados. Cierto es que su uso no suele ser adecuado para personas hipotensas o con tendencia a la neurosis o a la paranoia, ni es recomendable el manejo de vehículos o maquinaria pesada cuando se está bajo sus efectos, pero quien encuentra problemas con su consumo no suele tenerlos para abandonarlo.

El cannabis tiene propiedades analgésicas, antiinflamatorias, anticonvulsivas, antieméticas, antitumorales, ansiolíticas, estimulantes del apetito y soporíferas. En la actualidad, se puede considerar probada su eficacia para el glaucoma, asma, epilepsia, esclerosis múltiple, lesiones medulares, paraplejias y tetraplejias, síndrome caquéctico del SIDA, efectos secundarios producidos por la quimioterapia contra el cáncer, síndrome de Tourette, artritis, reumatismo, fibromialgia, anorexia, como relajante general, contra la ansiedad y el insomnio, migrañas, dolores crónicos, deshabituación de drogas duras (alcohol, cocaína, heroína…)... Por supuesto que no para todos los pacientes, pero sí para muchos de los que no han encontrado alivio a todas estas dolencias por medio de la medicina presuntamente “científica”. Por otro lado, su consumo lúdico es socializador, y la mayoría de sus consumidores lo consideran positivo para su relajación y creatividad.

Debido a la confrontación entre derechos constitucionales y Derecho Penal y Administrativo, se da la contradicción de que es legal el cultivo y consumo de cannabis en el domicilio particular, pero los cultivadores ven frecuentemente incautadas sus plantaciones en virtud del Art. 368 del Código Penal, que incluye el cultivo como conducta delictiva, contra los criterios judiciales que afirman que sólo lo es si conlleva la finalidad del tráfico. Estas actuaciones terminan con la absolución del acusado, pero le obligan a acudir al mercado negro para conseguir la sustancia que él considera útil para su bienestar. Todo ello conlleva el consiguiente gasto económico del juicio y de tener que recurrir al mercado negro, más el deterioro de la salud provocado por la adulteración del producto y el estrés derivado de su situación jurídica.

De igual modo, la compra de sustancias prohibidas no es delito, pero si son calificados como falta administrativa el consumo y la tenencia pública, castigados en virtud de la Ley Orgánica 1/92 de Seguridad Ciudadana (más conocida como Ley Corcuera). Merced a esta Ley, se ha castigado a lo largo del año 2010 a más de 300.000 personas por presunto consumo o tenencia pública, cuando en la mayoría de los casos la tenencia se demostró después de un registro abusivo que hizo pública la intimidad de los ciudadanos afectados, en su gran mayoría jóvenes.

Por todo ello, solicitamos la modificación del art. 368 del Código Penal, con la desaparición de los términos “cultivo” y “transformación”, y de la L.O. 1/92, con la eliminación de la palabra “tenencia”. Al contrario de sustancias legales como el alcohol, que aporta grandes beneficios fiscales al Estado y es la única sustancia cuyo síndrome de abstinencia (delirium tremens) puede resultar mortal, jamás ha muerto nadie como consecuencia del consumo habitual o de una sobredosis de marihuana. Pero tiene un tremendo inconveniente: uno puede cultivársela en su propia casa sin tener que pagar al Estado ni a la industria farmacéutica.

Desde 1961, en virtud de los sucesivos Tratados de la ONU sobre Drogas, el cultivo y consumo de marihuana es perseguido en todo el planeta, llegando a la pena capital por tráfico en numerosos países, incluyendo algunos en los que el cannabis ha sido consumido sin problemas a lo largo de milenios. En 1988 se firmó el último Tratado Internacional contra las Sustancias Estupefacientes, que se proponía para 2008 erradicar todo cultivo no controlado de cannabis, opio u hoja de coca. Obviamente, los resultados han sido los contrarios. Tras casi 100 años desde que en 1914 se firmó el primer Tratado Internacional de Control de Sustancias Estupefacientes, el incremento del gasto económico y humano en la lucha contra las drogas ha sido inversamente proporcional a su eficacia. La prohibición ha servido de publicidad para las mafias, y donde antes se consumía hoja de coca, opio o cannabis sin problemas, hoy en día se han disparado los tratamientos de deshabituación de cocaína, heroína o hachís.

Por todo ello reclamamos del Estado Español la denuncia del Tratado Internacional sobre Sustancias Estupefacientes de Naciones Unidas y la modificación del Código Penal y de la Ley Orgánica 1/92 de Seguridad Ciudadana (más conocida como Ley Corcuera) de manera que no vuelva a ser detenido ningún cultivador de cannabis sin afán de tráfico indiscriminado, ni multado ningún consumidor por la simple posesión.

¡ES SÓLO CÁÑAMO, MAÑOS!

2 comentarios:

  1. Cada año peor la mani...

    ¿¿¿Y el cartel??? No se sabe si el cannabis es radiactivo, o contaminante, o algo asi...

    Pero da igual mientras siga entrando pasta ¿no?

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  2. Ningún se lo va pa de creyer, pero he consultau uei la web y uei diya 20 de chunio me entero de la movida, ni me acordaba de la mani ni del diya (no em cuaca ra fecha mundial) y que gracia que os indiganus pillaran el 15-M, una setmana dismpues...a veritá ye qui cada ún faiga a guerra por a suya cuenta...( por email tampoc rebuché res)

    ¿ pa que sirve as listes de correu ?

    Ta plantar foerte !

    twiter : alternativaindi

    Pa cuan cuenta tuiter da SECA ?

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